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Posteo en respuesta a Rivera Schatz / por Jorge Ortiz Colom

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Esto lo posteé ahora mismo como comentario al irresponsable posteo hecho por el tiburón del senado, en el que se ve su prejuicio ya montado con la recién propuesta de la directora ejecutiva de la agencia donde laboro. (Para los que no saben, el Instituto de Cultura Puertorriqueña.) Hago estos comentarios a título personal, pero en defensa de la razón de ser del ICP en nuestro ordenamiento del poder.

Lo que pasa es que Rivera Schei…[1] perdón Rivera Schatz quiere convertir la cultura puertorriqueña en una variante regional de la “cultura” “anglosajona” de Estados Unidos, al menos según esta está vulgarmente entendida. Eso lo dice la exposición de motivos del proyecto del senado 273, NO ME LO ESTOY INVENTANDO.

Para empezar la cultura boricua es una cultura CON PERSONALIDAD E IDENTIDAD PROPIA, propiamente dicho una cultura NACIONAL que no puede subsumirse en la de ningún otro país o región. Dejando el partidismo y el “status” aparte, que no son pertinentes para el análisis que haré en este momento, la cultura puertorriqueña es reconocida como de orden PRIMARIO y no es una variante de otra cultura nacional.

Tiene elementos propios e influencia (como casi todas las demás culturas del mundo) de muchas otras culturas del globo – incluyendo a Estados Unidos – pero es suficientemente DISTINTA a ella como para no ser integrable. Ni remotamente. Parece que Rivera Schei… perdón Schatz quiere desmantelarla para llevarla por medio del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), que solo se interesa en programas empresariales y de incentivos para mejorar los numeritos de nuestra maltrecha economía, para ser un artículo estrictamente FOLKLÓRICO y mercantil como los leis y el aloha en Hawái o los espectáculos estilo Viejo Oeste en Arizona o Nevada, o lo que es la industria “culturaloide” tipo Disney. Básicamente una cultura de “theme-park”. Que en nuestras exoticidades venderemos el turismo y que los vestigios de nuestras tradiciones sean una mera mercancía. Y otra vez eso lo postula el proyecto de ley, NO YO.

Las culturas son un medio con el cual las sociedades orientan su vida cara a la evolución del tiempo y la historia. Y francamente, para lo exiguo de nuestra plantilla de empleados, hemos hecho muchísimo per cápita desde que hace unos quince años nos  desmembraron con los programas de desajuste fiscal, y el agravio de la Junta de Control Fiscal desde 2016.

¿O es que en el afán del anexionismo quieren vendernos ante el ultranacionalista Trump como gringos frustrados, desesperados de buscar comulgar con su sonsonete de “Meica Mérica Greitaguén”?[2] ¡Ya veremos!

Posdata: ya me cansa la justificación esgrimida de que esta transformación es indispensable por ser ante todo una Volkswille (“voluntad del pueblo” en alemán, y uso esa palabra en ese idioma deliberadamente) que representa la dictadura de una parte del pueblo, en rigor minoritaria al contar los abstenidos de las elecciones. La realidad es que Puerto Rico por sus acciones y la participación masiva de TODAS las clases y TODOS los estratos sociales en la afirmación de su identidad cultural es un ente irreducible a sucursal de un imperio mayor que francamente no tiene particular interés por nosotros. Por eso nuestro pequeño país de 9000 kilómetros cuadrados y su gente aquí y en la gran diáspora merece tener, aunque sea imperfecta, su entidad de poder CULTURAL que no es un plato de segunda mesa ante el mal llamado y desorientado “desarrollo económico”.


[1] mierda

[2] Make America Great Again

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