A Mayi
Mi tía adoraba el mar y solía decirme que las sirenas son ostraconofóbicas y no visitan las playas sucias.
Siempre decía “el que quiera ver sirenas que limpie sus playas”.
La última vez que la visité, bajo un viejo árbol de frescura, me senté a contemplar el mar Caribe. Un jueyito de carapacho multicolor se acercó y como si fuera el eco de mi conciencia, comenzó a lamentarse.
—Esta playa de arenas blancas ha cambiado tanto. Ya no hay algas marinas, caracoles, piedritas, caballitos o estrellas de mar. No hay aguavivas, ni siquiera un balajú o una sardina y yo soy la última cocolía de esta playa.
Entonces la aplasté para sacarla de su miseria y con ansias locas esperé por la sirena.
© Roberto López
Vocabulario:
Ostraconofobia: miedo a los crustáceos

