En el aeropuerto de la vida
Ante el carrusel de equipaje
Espera la multitud su maleta.
Todo cuanto poseen da vueltas, gira
Sobre una superficie de vinyl y metal cementado
Que ruge y da vueltas sin saber a dónde va
E irremediablemente vuelve al lugar de procedencia.
Pasajeros, forasteros que van y vienen
De estación en estación, de puerto en puerto
Trayendo consigo cuanto pueden arrastrar
O cargar sobre sus hombros encorvados
Por el peso de todo aquello que consideran
Importante, lo que no quieren dejar atrás.
Rencores corroídos, como el hierro oxidado,
Amores añejos
Pasiones atrapadas en telas de araña,
Promesas incumplidas
y sueños…
Sueños que al depositarlos en un espacio reducido, limitado
Son arrojados por manos desconocidas e inclementes
Sobre el lienzo gris que los arrastra como las olas arrastran la arena
Y, como las olas devuelven la arena a la orilla,
Así los sueños vuelven cual espectros en invierno,
Mientras espera la multitud su maleta
Ante el carrusel de equipaje
En el aeropuerto de la vida…
© María del Carmen Guzmán

