La última noche besé su rostro,
sus manos y devolví el anillo,
ahora está madura como el mangó
Una parte de ella es mujer y la otra
Algo que no puedo explicar.
Mis versos huyen y yo huyo de ellos
Viajé a la infancia de ese rostro gitano
Y encendí leña en su hoguera.
Un día supliqué sediento
y acerqué mi rostro a su fuente rebosante.
La última noche le dije:
serás fuego en los bosques,
agua en los ríos.
¿Sabes? una parte de ti no la puedo explicar.
©Edwin Ferrer
Ilustración: Oleo El corazón muerto” de Regina Ortega