Me invadió de súbito una duda existencial y porque no hay más ná, fui a ver a la tarotista.
Que bonito habla la tipa! Parece que me conoce y con su artillería verbal me dijo tantas cosas bonitas, que quise que me dijera más y más. Entonces ella empezó a hablar de dinero y se rompió el hechizo.
Que espectáculo penoso
A esta edad que transito
Ir con veinte pesitos
Y como niño ansioso
a ver una tarotista
hermosa y muy lista
muy buena clarividente
con el péndulo y la bola
en su artificio de carambola
ella vale más de veinte.
© Roberto López
Me gusta el hecho de que a nuestro compueblano Roberto no le asusta buscar nuevas formas narrativas, fusionar generos para crear un efecto diferente en la microficcion. Perderle el miedo a las formas y al instrumento de expresarlas es importante para lograr producciones importantes. Muy bien amigo. Adelante.
Me encantó que apuntaras a estas trashumantes de la mentira, todavía hay gente que quiere ver el futuro, sin comprender el presente.Las hay en todas partes y mucha gente deja sus salarios para perseguir quimeras. Triste. Un relato para pensar y reír.
Sutil humorismo Roberto, aplausos de estímulo.