A cualquier guaraguao le sale su pitirre

Sobrevolaba en la altura

Un guaraguao guapetón.

Con pico y uñas encorvadas

Alardeando de su maña,

Miraba hacia la llanura,

Vociferando amenazas.

Los animales del campo

Corrían a sus escondites

Cuando veían desplegabas

Las alas del fanfarrón.

Quietecito, entre las ramas

Del viejo guayacán florido

Un pitirre lo observaba

Y alegremente cantaba:

Ven guaraguao presumido,

Jactancioso y bravucón

Ven para que aprendas

De la vida la lección…

Aquí espero tu llegada.

©María del C. Guzmán