Enterándome de la publicación del nuevo libros de Néstor Duprey: Espejo de la ruptura: la vida política del doctor Francisco M. Susoni, en turno para presentarse el próximo 2 de diciembre en la sede de la Fundación Luis Muñoz Marín a las 7:30 PM, se me ocurre pensar que libros como ese aportan decididamente al entendimiento del País.
Néstor se ha propuesto una saga bibliográfica sobre un periodo político desconocido y crucial en la historia moderna de Puerto Rico.
En cada episodio revisita una figura clave destapando para el País los choques ideológicos de la generación de 1940 y los eventos que abortaron el proyecto de soberanía que los guiaba inicialmente. Muñoz, Géigel, Susoni, junto a otras, son figuras, cuyo pulseos nos revelan la triste historia de una generación triturada por la fuerza prepotente de los Estados Unidos.
El drama histórico que se nos revela detrás de estos libros, y los que vienen inevitablemente sobre el tema desde diversas autorías, mas que justifican el fallido pero aleccionador intento de los nacionalistas liderados por Albizu para arrancarle desde los ovarios y los cojones la soberanía borincana secuestrada desde 1898.
La importancia que libros como estos revisten está en revelar el camino ya recorrido alertándo sobre las piedras con las que las nuevas generaciones no deben volver a tropezar.
Esperemos que a los niños actores del residencial Chavier no les ocurra los mismo que a la generación de 1940 y que en cambio retomen e insistan en su inicial propósito, más que positivo aunque se crea lo contrario, de revelarnos las realidad de la fuerza interna de nuestro pueblo, cosa que alarmó al sistema, y fue corriendo a triturar y encajonar sus talentos, dis que en aras de preservar la decencia.
En este Día del Pavo debo decir: Gracias Dios por dejarme discernir quienes son los hipócritas y fariseos de nuestros tiempos.
©SRS