¿En manos de quienes está la educación?

La decisión de eliminar el ajedrez en la escuela pública puertorriqueña levanta serias dudas sobre la capacidad y las intenciones de los altos dirigente del sistema educativo.

Eliminar este deporte con la escusa de que se trata de una actividad sedentaria que contribuye a la obesidad de la niñez es, a todas luces, una decisión simplista.

Se olvida el versado funcionario que diariamente los estudiantes pasan la mayor parte de las seis horas de clase sentados en un pupitre.  ¿Qué más sedentario que eso? Siguiendo el razonamiento de este ilustrado funcionario del Departamento de Educación, habrá entonces que eliminar las clases.

La obesidad y el sobrepeso entre la población de los países desarrollados es un problema esencialmente nutricional, es decir de mala nutrición.   La poca actividad física no causa obesidad por sí misma.   La obesidad ocurre cuando los hábitos alimentarios son inadecuados o cuando ciertos trastornos de salud afectan el organismo.

Lo que  corresponde es educar al estudiantado sobre  las causas de la obesidad y sus consecuencias en la salud física y mental del individuo.  Instruirlos sobre cómo alimentarse adecuadamente y atreverse a decirles que el mayor interés del negocio de los alimentos procesados es obtener fabulosas ganancias, aún a costa de la salud de la gente.

La finalidad de la educación es precisamente desarrollar de forma integral al individuo para que conscientemente asuma responsabilidad en el ámbito personal y colectivo. En ese proceso cobran importancia tanto el conocimiento como las destrezas físicas y de pensamiento.

Preocupa seriamente en manos de quienes esta la educación en Puerto Rico.  El ajedrez es un juego estratégico que se ha utilizado como una excelente herramienta pedagógica para estimular el razonamiento abstracto, la memoria y la creatividad.  Expulsarlo de la escuela puertorriqueña  es una tonteria.

srs