Los Reyes Magos son una tradición puertorriqueña que ha llevado muchas alegrías a los niños de mi país. Nunca olvidaré la inocencia que me hizo creer en esos personajes que venían en camellos desde el Oriente a traerles regalos y juguetes a los niños, tal como lo hicieron con el Niño Jesús. A Él le regalaron oro, incienso y mirra.
Le preguntaba a mis padres cómo los Reyes Gaspar, Melchor y el Rey Baltazar y sus tres camellos , podían entrar a nuestra humilde casita en el pueblo que me vio nacer…Orocovis. Mi mamá me decía que los camellos se quedaban fuera de la casa y los Reyes entraban y dejaban el regalo y se llevaban la yerba para sus camellos. Yo pensaba… cómo podían comer tanta yerba al tener que visitar tantos niños. Las respuestas me complacían en el momento, pero me dejaban pensando y me fascinaba creer en ellos.
Abundaba en mi pueblo una planta llamada La Santa María. Según mi mamá, esa era la yerba que le gustaba a los camellos. Ese día de víspera de Los Reyes nos volvíamos locos en el vecindario buscando Santa María, para luego colocarla en una caja de zapatos. Llevaba mi cajita con la yerba a casa de mis abuelos y otra debajo de mi cama. También se usaba la tapa de la caja de los zapatos.
Esa noche se desbordaba la alegría en los corazones de todo niño. Se acostaban con las gallinas o sea más temprano que nunca y nos levantamos al cantar los gallos. Mi mamá decía que nuestros Reyes eran pobres. Eso lo vine a entender más tarde, al ver los juguetes más caros que le traían a otros niños, mientras nos conformábamos con una muñequita o un carrito.
Aun así la alegría era inmensa y éramos conformes y agradecidos, pues nuestros Reyes eran pobres y los de los otros niños eran ricos. Recibíamos dulces, monedas de uno hasta de cinco centavos. Mi abuelita me hacía un bello traje con la tela de una vieja sombrilla en su “cabrita” o maquinita de coser. Me sentía como una princesa. Los reyes regalaban más ropa que juguetes.
Hoy día la tradición está totalmente comercializada y los niños ven en los centros comerciales los juguetes que ellos desean. Su inocencia dura muy poco y la astucia y la malicia toman su lugar.
Poco a poco fui descubriendo los secretos de tan hermosa tradición. Hubo años en que mis padres ya no eran tan cuidadosos en guardar los juguetes y nosotros los descubríamos y nos hacíamos los inocentes. Así se nos fue la magia de los tres Reyes Magos. Hoy atesoro grandes recuerdos de ese gran día.
Al convertirme en madre de tres adorables hijos, puse todo mi empeño en transmitirle a ellos esa alegría que yo viví en mi niñez. Recuerdo un día, cuando una de mis hijas me dice: mami, las monjitas del colegio me dijeron que los Reyes son los padres.
Yo sentí una gran tristeza y traté en lo que pude de prolongar esa inocencia en ellos. Las madres somos un poco más sensibles que los padres. Resultó que ellos fuero a donde mi esposo a hacerle la misma pregunta. Él siempre ha sido bien realista y yo bien idealista. La contestación que le dio a nuestros hijos fue la siguiente: La verdad es que los Reyes y Santa Claus son estos dos bolsillos que tiene este pantalón…lo que les dijeron en el colegio es verdad. Con asombro me miraron y yo les dije: nunca dejen de creer; ellos seguirán viniendo cada año.
Tomado del libro “Vivencias con huellas”
Mami, tienes un talento muy grande para escribir. Nosotros todavía celebramos los Reyes Magos– este año no hice el roscón de Reyes como lo hacen en España y México pero a mis niños siempre les llega alguna cosita–porque los Reyes son pobres. ja! ja! Hay que mantener las tradiciones. Te quiero mucho mami!!
Gracias querida hermana en recordar esos momentos tan lindos que pasamos cuando llegaba el dia de reyes. Momentos inolvidables. Recuerdo que le escribi a los Reyes Magos para que me trajeran muchas cosas, pero ese dia solamente me trajeron una Barbie de las primeras que salieron, con poco pelo, su cuerpo teso no doblaban las manos ni piernas y con un solo traje y desclaza. No traian zapatos. Pero para mi fue un regalo bien apreciado, quize esa Barbie mucho,
yo le hacia trajecitos y mi hermana me ayudaba, las pantalla eran alfileres, los zapatos eran tape y los pintaba. La cuidaba como un tesoro, ahora pienso que paso con mi muneca, no recuerdo, pero si recuerdo los momentos tan lindo cuando jugaba con ella.
Tambien recibia regalo de reyes en casa de mi vecina Dona Gina y mi madrina Abilia.
Supe quien eran los reyes a traves de una amiga mia,
me puse a llorar porque no lo podia creer y mi madre si me lo confirmo. Recuerdo de mi hijo mayor Jose J. que las monjitas del colegio se lo dijeron, el todavia recuerda ese momento. Mi hijo menor a traves de sus amigos. Mi hijo menor Alexander le compramos un carro de batman y lo teniamos en la guagua atras, y dos o tres dias antes de reyes yo estaba en la cocina y cuando voy a la sala el estaba jugando con el carro, me sorprendio como el encontro el carro, despues me dio risa, porque estaba tan feliz. y tuve que comprarle otro regalo. Ahora son los nietos ellos creen en los Reyes Magos, y yo gozo cuando traen la yerba y al otro dia recogen sus regalos, siempre en mi mente me vienen grandes recuerdos que estaran en mi mente por siempre.
Gracias a ti condiscípula de los años infantiles por colaborar con Encuentro al Sur. Recoges en tu escrito experiencias vividas por todo los niños puertorriqueños. Lo enternecedor es que tras el descubrimiento de la realidad de quienes realmente colocan los regalos de los Reyes Magos, la tradición se anida en nuestro ser y la valoramos como una hermosa experiencia creadora de lazos sociales y conciencia sobre la importancia de la familia. La guardamos para siempre como un hallazgo con el que se aprende por uno mismo a deslindar el mundo de la fantasía del mundo de la realidad nutriendo nuestra imaginación para ser creativos y nuestras capacidades para enfrentar la vida.
Tu relato vivencial se que le toca el corazón a mucha gente. Adelante.
Preciosa historia mami. Yo recuerdo una vez que yo jure haber visto la corona de Baltazar brillando por la ventana.
Tambien recuerdo una vez cuando te dije que tu letra se parecía al las de los 3 Reyes, ja ja. Hermosos recuerdos!
Estoy feliz de que publicaran mi historia de los reyes magos. Gracias a Sergio y gracias a ti Charito por tus bellos comentarios. Yolanda Carreras Bacetty
¡Qué historia más bella!! Gracias por compartirla, ¡Yoly! Yo también viví ese misterioso e inocente relato de Los Reyes Magos. También me preguntaba, pero, “como es posible que tres camellos entren a esta casa de madera – como es posible que yo no los escuche?”
Me acuerdo que con la astucia infantil que me caracterizaba, me di cuenta que uno de los regalitos que “trajeron los Reyes Magos,” tenía mi nombre escrito y supuestamente firmado por “Baltasar.” Curiosísima por lo extraño de la escritura, me di cuenta que “Baltasar” tenía la misma letra y forma de escribir de mi santa madrecita…jajajajaja. Yo, con mi curiosidad rapidito fui donde mi madre querida y le hice el comentario de que “Baltasar” tenía su misma letra…. ella, me dio una sonrisa, pero no hablo nada – silencio total….Pasaron los años y me di cuenta que “Baltasar” era mi mamita….
Los tiempos cambian, las generaciones nuevas lo van a descubrir más rápido que nosotros – estos niños de hoy en día “nacen sabiendo.” Seamos abiertos y honestos con ellos, pero dejemos que ellos vengan a nosotros con la curiosidad – bendito, NO se las matemos….aunque con ellos tenemos que ser realistas, nunca mentirles. FELIZ DIA DE REYES!!
Los amo… ¡abrazos desde Tampa, Florida!!!