Un asesino ha violado a una niña y la policía lo ha capturado a balazos llevándolo al quirófano desangrándose. Los cirujanos usan las únicas tres unidades de sangre Rh negativo y solicitan más.

Rápidamente se activa el sistema de alarma de todos los bancos de sangre y envían las treinta unidades de toda la ciudad.

Después de tres horas los cirujanos salen contentos por haber salvado una vida.
Casi al mismo tiempo, la niña violada llega exangüe a Emergencia, sin saber que su homicida también le ha robado la última unidad de sangre que ella precisaba para vivir.

 David Arce