Por Edelmiro J. Rodríguez Sosa

Alzó el puño lo más que pudo y nadie pareció verla. Alzó su voz lo más que pudo y nadie la oyó.

Entonces se fue a otras patrias. En Brasil, Uruguay, Argentina y Chile la cubrieron de gloria. En Paraguay, Bolivia, Ecuador y Perú le rindieron honores. En Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica y Nicaragua, la agasajaron. En El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Cuba y República Dominicana el pueblo se volcó a su favor y la conminaron a seguir su lucha. En Estados Unidos y Canadá la escucharon con recelo. A su regreso a Puerto Rico la encarcelaron.

© Edelmiro J. Rodríguez Sosa

3 de enero de 2012.