“En un escenario sin viento, un papalote (Chiringa) hecho a mano está listo para un vuelo de despedida. Umy y Ray se encuentran en la azotea para decirse adiós. Ambos tienen 13 años de edad. Ellos invocan un soplo al cielo azul, justo cuando el Sol les destella una mirada. Una luminosa unión se realiza. Ahora el viento llega a jugar.
Esa es la visión del creador del cortometraje LUZAZUL, ganador del Jurado de la Juventud en la 56ava. edición del Festival de Cortometrajes de Oberhausen, Alemania 2010. Los miembros del jurado, jóvenes entre los 16 y los 18 años, vieron en LUZAZUL una historia que se lee como un libro y que propone una visión donde los conflictos y los cambios en la vida se resuelven de una manera positiva”.