Anda el mundo divagando

entre  brújula y sextante

no hay rumbo que se someta

al paso largo y errante.

Giramos en rotación

para que el sol nos caliente,

mas parece que la luz

no llega nunca de frente.

El rico sueña grandezas

para pasar bien el puente.

Y el pobre sólo medita

dónde hincar sus cuatro dientes.

De la tierra hemos crecido,

con barro fuimos formados,

aunque vistamos con oro

lucimos embadurnados.

No se le ven soluciones

al caos que nos acosa,

nadie quiere hacerse cargo

de tanto muerto en la fosa.

De payasos muy absurdos

se compone el carnaval,

demiurgos espeluznantes

que sólo aspiran al mal.

Si alguno por caridad

brinda su alma en un reto,

nadie  ha de reparar

en la bondad del secreto.

¡Hermanos! ¿A dónde vamos?

No contamos ni una idea;

sin amor y sin clemencia,

seguro, pronto estallamos.

                                                 ©Gloria Gayoso

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