…yo acá;
pienso que no soy tan fuerte
como me creía,
y que no me importa
…pues sigo viva y de largo;
que cada día llega
con una arruga más,
aunque no se vea,
aunque no se quiera;
que ahora en cada despertar
nos llega a la memoria
que seguimos vivos y viviendo
con gotitas de coronavirus;
que al salir de la casa,
¡si es que salgo!,
me esperan las calles
medio vacías,
las colas de gente,
de autos, el silencio,
la prisa y en la pandemia ….el rechazo;
que nada es posible si no hay esperas,
filas, rostros inciertos,
despedidas sin miradas,
sin besos, sin abrazos,
sin calor humano;
que hay que preguntarse
…cuánto tiempo estaremos ocultando
alargar nuestros brazos
y mostrar nuestra sonrisa?;
y termino pensando …en este único día,
en que, a eso de las seis y media de la tarde,
no se escuche el chillido de la alarma
de VÁYASE a DORMIR;
sola pensando …yo acá.
ERD. abril 2020. La autora es profesora jubilada del Departamento de Comunicaciones de la UPR-Humacao.
Este poema desgarrador y lleno de pesadumbre me sume en un desasosiego terrible. Me recrudece la duda de todo lo que nos indujeron a temer y a dar por absoluta verdad. Toda esa mitología que a la hora de la verdad para nada nos sirve, nos ha castrado la voluntad y el espíritu. Hoy más que ayer la sentencia de Paul-Yves Nizan, cobra vigencia: ¿Dónde se ha escondido el hombre? Nos ahogan. Nos mutilan desde la infancia. Solo hay monstruos.
Muy agradecida de Abeyno y su directiva por el apoya que me han dado al publicar mis poemas y algunas de mis pinturas. Gracias …gracias muchas. Éxitos.