¡Y qué, si sueño con las palomas en el cielo!
Ellas sólo vuelan entre la brisa que murmura tu nombre.
¡Y qué, si te cuesta soñarme!
Cuando es la tristeza de lo incierto que rodea el tiempo.
¡Y qué, si la sonrisa no te lleva!
Porqué las agonías han vencido en tú cuerpo.
¡Y qué, dime y qué!
Porqué si duermo, tú estás allí.
Si lloro será por ti.
Si sonrió, fue un dulce recuerdo creado por ti.
Si respiro es porque aprendí a desequilibrar el dolor.
Que causa no tenerte junto a mí.
¡Y qué, si todo es nada y nada es todo!
¡Y qué, y qué!
Si mi piel se desgarra,
cada segundo que esté frío me toca.
Si son estas heridas petrificadas, queriendo supurar me en el tiempo.
¡Y qué, si dejé de amarte!
Cuando te has dado cuentas que me ama.
Es tarde de ese amor que hoy no puedo alcanzar.
¡Y qué!
Porque cuando era mi alma flotando entré paraíso de ese amor.
Tú jugabas a ignorar la belleza que producías entre nosotros.
Porque cuando era mi corazón latiendo por tu presencia…
Tú mirada nunca pudo esconder el amor que me otorgara tu presencia.
Porque cuando todo lo dábamos.
Tú dolor sujetaban lo más que te desgarraba.
En ese instante, me perdí sin olvidar este amor que hoy no puedo ofrecerte.
¡Y qué dime y qué!
Si tú sientes amor en este momento; no lo sé, porque no te siento, no puedo ver esos ojos que gritaban tu verdad.
Cuando ya mi dolor de amarte se disuelve en el tiempo.
Llegas en el susurro de este viento.
Se devora el pasado.
Queriendo sujetar la negrura de esta verdad y mi existencia sin tus labios.
Cuando solo era yo
Y tú existías en todo y en nada.
Cuando solo eras tú
Y me tirabas ese amor caliente de tu alma.
Si, estabas tú y ganábamos las ganas de los dos.
Los ríos cubiertos de esas plagas soltarías.
La ausencia de lo que éramos.
Es esas tierras que las amañan.
©© Maileen Torres Rodríguez
La autora, que utiliza la frase Musa Kc Namaste como seudónimo, es una poeta salinense en la dispora boricua dotada de una profunda sensibilidad.
Actualizado, mayo, 27, 2020.
Fotos proporcionadas por la autora.