A Dante

 – ! Ay gorrioncillo pecho amarillooo! –

MariachisCantaban las dos alondras del Campito bajo un árbol de quenepa después de haber visto las películas de Miguel Aceves Mejía y Luis Aguilar. Ambas se sentaban bajo una piedra y deleitaban a todos los vecinos con su dulce y armonioso cantar.

Un día, mientras trinaban, un presunto productor de cine cubano les ofreció un pasaje a bajo costo con estadía gratis para presentarlas en los teatros de México. Ese día volaron hacia su nido y le pidieron permiso a su padre para ascender bajo el cielo azteca. Un poco desconfiado les dio permiso y sin pensar fueron al salón de belleza y con lo poquito que tenían las transformaron en dos artistas de cine. Todo el vecindario ansioso esperaba la llegada del gran productor que prometió buscarlas en una limosina. La hora de  partida seria las cuatro de la tarde. Ya a eso de las tres afinaban cantando la canción:

<<<Ojala que te vaya bonito, ojala que te vaya precioso…>>>

Todo el barrio las aplaudía, pues serian el orgullo del pequeño pueblo, morada del gran turpial Juan De Almas. Ese día después de la presunta hora de su partida: cayó la paja de caña. A las cinco Doña Rosa se fue a acostar, a las seis tocaron las campanas de la iglesia, a las ocho sonó un cohete en las fiestas patronales, a las nueve el resto de la vecindad les desearon buen viaje y a las diez de la noche cantaron:

<<< En el tren de la ausencia me voy, mi Boleto no tiene regreso, lo que quieras de mi te lo doy pero no me devuelven mis pesos…>>>

Después se fueron a dormir desilusionadas.

© Edwin Ferrer 08/10/2009