Afortunadamente se resolvió parcialmente la metida de pata que privaba al público de la música del insigne compositor puertorriqueño Tite Curet Alonso. Un pleito que duró más 13 años, finalizó gracias a la intervención del empresario alemán Giora Breil, propietario de EMusic.
El asunto llegó a indignar de tal manera al pueblo puertorriqueño que un abogado residente en Caguas sugería que se expropiaran los derechos de autor de la obra musical de Curet, aduciendo razones de interés público y nacional, acción que consideramos acertada cuando el interés privado impide el disfrute público de cualquier patrimonio cultural o intelectual de un pueblo.
Lo que ocurre es que en nuestros sistemas la propiedad privada va por encima del interés público. Por eso el acceso a un hospital no es libre para todo aquel que está enfermo, sino que está disponible únicamente si se paga por el servicio de salud. Quizás por eso mucha gente piensa que tiene que pagar un diezmo para ganarse el cielo.
Muy interesante, al ver las notisucias de WAPA me entere que esto estaba sucediendo. Me sorprendió que un país tan cultural se enredara con las entupidas idiosincrasias políticas cuando este autor enaltecía a su gente. Disculpen lo de notisucias, así llamo a las cosas que engendramos que no tienen ningún valor.