ASDSDFSFSDF

Hablaba la mujer, en la fría habitación donde fue violado el acceso controlado. Su fortuna no la hizo inmune, su apellido tampoco.

-¿Qué vienes a buscar en mi ventana? Ave perdida, ¿acaso el viento te llevó la melodía de mi tristeza? Llévate el horror de mis ojos en tu vuelo. Deposítalo en el mar lejano donde mis lágrimas sazonen su espuma. Mejor aún, tráeme caballitos y estrellas de mar que me devuelvan la  risa que borré del recuerdo. En mi desvelo te espero para que  hagas tu nido,  pero al hedor de mi conciencia te vas. Paloma blanca, mis manos manchadas no te han de tocar. Me las pude enjuagar en el beso del ángel, pero yace en la cama con su carita mutilada y la nota del crack no me deja pensar.

Acto seguido con pipa en mano encendió lumbre en el dolor hasta entonces dormido. Rasgó su ropa, cortó sus venas, se abandonó en las llamas del infierno que vivía.

Atrás quedó la magia de Disney en sábanas ensangrentadas, paredes salpicadas de roja maldad. Vientos de azufre en orgía lanzando objetos y cerrando puertas a golpe y porrazo.

Un caballo de palo mudo absorto en la macabra escena, sin jinete para jugar. Reporteros, policía… noticia de todos los días.