Por alguna razón que manifiesta la naturaleza y guarda la genética el Sur en general y Salinas en particular es tierra donde la longevidad echa raíces.  No es raro que entre las familias de nuestra comarca haya ancianos con noventas años o más.  Francisco Ortiz, mi tatarabuelo duró más de 110 años,  como indica su certificado de defunción.   Doña Juana Marrero, Doña Provi y Doña Pancha son alguno de los nombres que figuran en mi memoria como personas con muchos años de vida.  Seguramente nuestros lectores  podrán mencionar otros.  En la foto figura uno de esos afortunados tatarabuelos sureños.  Próximamente cumplirá 99 años.  De su hija Marinín obtuvimos esta foto.