La autora es una joven salinense residente en La Plena aficionada a la escritura y a la música
Abey / Judymar Colón Díaz
La autora es una joven salinense residente en La Plena aficionada a la escritura y a la música
Nos enaltece el comentario del insigne historiador Sued Badillo. El cacique Abey es un importante referente que tienen los salinenses en particular, y los sureños en general, para adentrarse y tomarle el pulso a nuestro pasado precolombino que con tanta dedicación ha estudiado Sued Badillo. En los textos de este historiador hallará el lector interesado estudios antropológicos e históricos de gran envergadura sobre las sociedades aborígenes útiles para el propio entendimiento de nuestra identidad nacional en el marco antillano. La obra de Sued Badillo es indudablemente parte del canon de la bibliografía puertorriqueña.
Mi aplauso a Judymar por su gesta artistica e historica para la region del noble cacique Abey. Estoy a sus ordenes si requiere mas informacion del tema. Un abrazo, Jalil Sued Badillo.(UPR).
Judymar Colón Díaz es hija de nuestro amigo y hermano Martín Colón y de Judyth Díaz. Judymar …continua dándole movimiento a tu pluma, que con tus pensamientos libre, puros y de verdadera conciencia enalteses a nuestro pueblo Salinas del Abeyno.
Judymar Colón Díaz es un orgullo para Puerto Rico, para nosotros y para Dios. Tiene un don de conectar las palabras y de hacer disfrutar lo que lee. Jóven, que en sus venas está ese sentimiento de resaltar lo nuestro y de hacernos orgullosos de ello. Felicidades Judymar, Dios te bendiga, y te siga dando creatividad, y ese don de expresaste en la poesía, en la música y tu corazón. 🙂
Me gustaria saber un poco más sobre Judimar Colón. ¿Donde nació? ¿Quienes son sus padres? ¿Donde se crió? ¿Si estudio? ´Por que le atrae el tema? ?????????????
Me encanto el poema. Le veo futuro a Judimar, claro pienso por el nombre que es alguien joven. Diganme.
Por otro lado Sergio menciona a Jalid Sued Badillo. Eso me trae recuerdos cuando estudiabamos en la UPI afines de los cincuenta y principios de los sesenta.
Conocimos un profesor americano de física que eras una eminencia pero estaba fanatizado con la Fe Bahá’í; una creencia en un Profeta árabe llamado Bahá’u’lláh. Era un enredo tremendo que al maestro americano le encantaba y nos amaneciamos bebiendo cafe y oyendolo hablar. Por mi parte no entendia nada. Solo pensaba en la clase de física que me estaba dando y que era dificilísima. Yo, lo consideraba un EINSTEIN. Jalid no le prestó nunca atención pero conocia la FE. Hace más de cuarenta años que no veo a Jalid y el maestro americano se hizo sal y agua. Si fuera en estos tiempos las pasaria como terrorista. Si vive debe tener como 77 años. Nuevamente felicitaciones a Judimar y PIU AVANTI.
Gracias Judymar por enaltecer a un taíno de los bravos de verdad. No se rindió ante el invasor de sus tierras y luchó fieramente junto a Agüebaná El Bravo. Esa lucha la libraron muchos otros indios borincanos que murieron en la lid, tanto ante los caribes como ante los españoles. Sin embargo, la historia escrita por el invasor, primero español y luego estadounidense, ignoraron sus hazañas.
Que bueno que hay gente como tú que cantan a nuestros bravos antepasados.
Jalil Sued Badillo ha dedicado décadas al tema indígena. Como parte de esa encomiable labor adoptó como objetivo rescatar la imagen heroica del Cacique Agüeybana, II. Para ello ha producido un importante libro titulado Agüeybaná el bravo ((Ediciones Puerto, 2008) que todo borincano debería leer.
En este libro, al que con razón denomina “el capítulo que faltaba” en la historia indígena de América, logra confrontar los datos que por siglos han falseado y desmerecido la imagen de nuestros indígenas y de sus caciques. La figura del rebelde Cacique Agüeybaná el Bravo resurge como un paladín de nuestra historia y junto a caciques como Abey, Guarionex y Urayoán dignifican la estirpe de nuestros antepasados.
Publicamos este texto de la joven Judymar Colón porque vislumbra la posibilidad de una poesía que enaltezca la tradición indígena, en particular del indómito Cacique Abey de Salinas. Hasta donde sabemos, este texto es uno de los pocos intentos recientes de versificar en torno al pasado indígena de nuestra región. Ciertamente el único poema que conocemos sobre este tema es La Romanza del Abeyno, de Antonio Ferrer Atilano, Ferranto, y si la memoria no me falla, Josué Santiago de la Cruz también toca el tema en su excelente producción poética. Hay en esta joven preludios de una tejedora de versos que germinará sumergida en la lectura poética y en la continua práctica del oficio.