A Rin Tin Tin, mi perro sato¹ (QEPD)
Todo comenzó aquel día, hace medio siglo ya, cuando el alcalde le envenenó el perro. Aquello marcó su vida para siempre.

Desde entonces abandonó el sueño de ser vaquero. Ya no quería volar por los cielos, como Superman ni navegar los siete mares, ondeando bandera pirata. Primero quiso ser profanador de tumbas para desenterrarlo, cuando le llegara la hora, y tirarlo a los perros. Pero como le temía a los muertos, mató la idea. Más tarde trató de derrotarlo en su hábitat y terminó derrotado. Luego, mientras leía Historia de Puerto Rico de Paul G. Miller², descubrió que la mejor manera de ajustar cuentas con el asesino de su mascota era haciéndose historiador.
¹ Sato: Callejero. Sin pedigree. En Rep. Dominicana le llaman pollero..
² Paul G. Miller: Intelectual estadounidense a quien se comisionó redactar la Historia de Puerto Rico, desde el punto de vista de los conquistadores: USA.
© Josué Santiago de la Cruz
POR ESTE MEDIO QUIERO SALUDAR Y FELICITAR AL SENOR EDELMIRO J RODRIGUEZ SOSA EN EL DIA DE SU CUMPLEANOS.AUNQUE NO LO CONOCI PERSONALMENTE SE QUE PROVIENE DE UNA FAMILIA MUY QUERIDA EN EL PUEBLO DE SALINAS.CONOCI A AMILCAR “KOKO” BASTANTE BIEN Y LOLA FUE MI MAESTRA DE ESCUELA SUPERIOR.A SERGIO AUNQUE LO CONOCIA NO TUVE MUCHA AMISTAD CON EL PERO IGUALMENTE LOS CONOCI A TODOS.DANTE CREO QUE VIVIO EN LA CARMEN CERCA DE MI CASA Y LO RECUERDO BIEN PORQUE SIEMPRE ESTABA CANTANDO EL HIMNO DE SALINAS CON MUCHO ORGULLO.NUEVAMENTE MIS FELICITACIONES PARA USTED Y QUE EL SENOR LE COLME DE RICAS BENDICIONES SIEMPRE….LE SALUDA DESDE CHICAGO,RAUL DIAZ SUAREZ “EL INDIO”.
Este es indudablemente uno de los mejores relatos de Josué, así reconocido por la Revista Narradores de España y el Grupo Borinquén Literario que lo publicaron recientemente en sus sitios Web. Es uno de los pocos cuentos de la literatura puertorriqueña, quizás el único, en el que el sujeto de la dedicatoria es un animal irracional. Pero, al cual el autor humaniza, en la tradición de las fábulas, utilizando apenas unas siglas con las que a todo humano fallecido se le desea que descanse en paz su alma. El cuento en apenas 114 palabras sintetiza procesos culturales como la transculturación, promovida en este caso por los medios y ejemplarizada en el nombre del perro y en el parricidio de iniciativa gubernamental imitando medidas sanitarias extranjeras. Y como es sabido, la intervención del gobierno marca la vida de algunos individuos para siempre. Tal es el caso del protagonista al cual, el asesinato de su mascota, ordenado por el alcalde municipal, causó un resentimiento existencial que le impidió realizar los deseos y metas anhelada y en cambio, dedicar largos años de su vida a urdir una venganza contra el asesino que cruelmente, no solo mató su can, sino que desgració su felicidad. Este relato guarda una intención de denuncia. Esta subyace en la referencia a la historia escrita por Miller. El dato recuerda como un pueblo imperial, ayudado por los nativos que los representan en las posiciones gubernamentales, causa daños irreversibles en el carácter de un pueblo, distorsionándolo mediante falsedades históricas para disminuir sus potencialidades. En ese inesperado final, la idea de venganza la proporciona el propio victimario.