Hay más puertorriqueños en los Estados Unidos que en la Isla. Allá como acá vivimos rodeados de mares, unas veces tranquilos, otras embravecidos. Los nacidos acá que viven allá, anhelan un rinconcito isleño donde acariciar el pasado y rencontrar el vínculo ancestral. Los nacidos allá, que apenas conocen la tierra de sus antepasados, pugnan por alcanzar un pedazo del sueño americano en medio de circunstancias poco favorables.
He creído siempre que el camino del emigrante es inevitablemente la inserción en la sociedad a la que llega. Del bagaje cultural del inmigrante camino a esa nueva enculturación quedan empotrados en su nueva realidad rasgos y elementos que cual huellas y fósiles cuentan del pasado.
Cada año, la ahora llamada National Puerto Rican Day Parade, es expresión de una cultura popular surgida al calor de la urbe niuyorquina que cobra carácter propio manteniendo fuertes vínculos con la puertorriqueñidad. Para los residentes en Nueva York nacidos acá representa un oasis para recobrar la Isla; para los nacidos allá es una expresión de identidad étnica en lucha por reconocimiento, participación e igualdad.
De esa, que antes era la Parada Puertorriqueña organizada por los boricuas de acá como Saturno Díaz, y que ahora es la National Puerto Rican Day Parade organizada por los boricuas de allá, le ofrecemos esta estampa de una salinense de acá acompañada de una descendiente de allá.

La primera ves que participe del desfile fue en el 1976. Estube el año pasado y no se vió el sentimiento patrio de aquella epoca pasada…