A José Luis González, que supo captar lo que viví personalmente en Nueva York cuando era una niña
El Charro de México acompañado de su famosa esposa presentaba su espectáculo ecuestre en el teatro Puerto Rico de la calle 138 cuando de repente ocurrió lo inesperado: La ciudad que nunca duerme apagó las luces. El caballo asustado por la oscuridad repentina se escapó. A galope tendido recorrió la Tercera Avenida perdiéndose entre la multitud latinoamericana, como si lo cabalgara el propio Simón Bolívar.
Los boricuas, a tientas o con velas, subieron hasta las azoteas de sus edificios residenciales.
Con la luz de la luna y las estrellas iluminando la velada, llenaron de palpitantes sonidos la noche de la urbe tocando alegremente sus congas, bongos, guitarras, cuatro, maracas y güiros.
Desde lo alto de los rascacielos saludaron la llegada del opaco amanecer neoyorquino. El apagón no impidió que fuesen como siempre han sido.
©María del Carmen Guzmán
Ni el apagón puede con el alma de los boricuas queridos!!!!!!!!!
Abrazos a todos.
Hace muchos años que leí el cuento de José Luis González y María del Carmen me lo trae a la memoria.
Ahora ella dice que no se refería al apagón del 1977, pero los puertorriqueños actuaron igual. Lo que nos corrobora María del Carmen es que los puertorriqueños somos los mismos ayer. hoy y siempre. !Aleuya!
Luego de leer el cuento de Jose Luis Gonzalez varias veces me di cuenta que tanto el como yo hacemos referencia al mismo apagon, pero les asigno una tarea (buscar) y solo les voy a decir que lo interesante de todo esto es que no fue el apagon de 1977. Para entonces ya yo habia abandonado NY.
Roberto, El apagón de 1977 lo causó una tormenta eléctrica en la zona de Nueva York. Los rayos dañaron varias subestaciones y errores técnicos y humanos que no pusieron a trabajar la generación de emergencia hicieron que colapsara el sistema eléctrico de la ciudad.
El incidente fue motivo para la creación de cuentos, poemas, novelas y películas. Entre ellos el cuento de José Luis González titulado La Noche que volvimos a ser gente, en el que el personaje principal que cuenta el suceso es un salinense criado en los arenales de la costa.
Lo curioso que este breve relato de María del Carmen, lo escribe recordando la experiencia vivida en carne propia aquella noche y en desconocimiento del cuento de José Luis González. Cuando la puse en conocimiento del cuento de González le sugerí que le dedicara su texto póstumamente al destacado autor puertorriqueño.
Espero incluir La noche que volvimos a ser gente en Encuentro Al Sur para disfrute de nuestros lectores.
Ahora que María del Carmen nos trae esta estampa netamente puertorriqueña hablando sobre este famoso apagón no tengo claro que fue lo que realmente causo este incidente. ¿Alguien me refresca la memoria?