tilaVirgenmina Sosa Santiago nació en el sector Talas Viejas del casco urbano de Salinas el 10 de mayo de 1914.  Descendiente de una de las más antiguas familias salinenses que junto a otras abonaron el camino para el nacimiento del pueblo de Salinas.  Los predios donde se construyó la primera casa parroquial, los baños públicos y el acueducto fueron proporcionados por su familia para que surgiera y se desarrollara el municipio. Antes de fundarse el municipio su bisabuelo Francisco Ortiz, se ocupaba de recordarle al capellán los nacimientos y defunciones en el barrio de las Salinas de Coamo.

Tilita, como se le conocía cariñosamente, heredó de sus antepasados dimensiones de sensibilidad, creatividad, liderazgo y el orgullo de ser hija de Salinas.  En 1928 fue galardonada por su participación en un certamen de declamación en inglés celebrado en la Escuela Central High ante la presencia del Gobernador.  Todo el pueblo se unió para hacer posible su participación y celebro regocijado el triunfo a su regreso de la Capital.  Ese año se graduó con honores de octavo grado y el destino la llevó a Estados Unidos, donde se gradúo de cuarto año.  En Estados Unidos trabajo en fábricas hasta su regreso a Puerto Rico. La precaria situación económica por la que atravesaba el País, despertó en ella sus dotes de liderazgo. Para ayudar a los suyo organizó un grupo de mujeres tejedoras a las cuales les diseñaba patrones con los que elaboraban tejidos que luego vendían a agentes comerciales de los Estados Unidos. Por la originalidad de sus diseños fue invitada a participar en ferias de artesanías donde sus trabajos fueron muy elogiados. En los años ochenta varios de aquellos diseños fueron publicados en revistas especializadas de los Estados Unidos.

Fue ardiente defensora de la arqueología y el ambiente de la región.  En 1972 participo activamente en movimientos en defensa del ambiente siendo portavoz de la Sociedad Arqueológica Abeyno en la defensa del patrimonio arqueológico de Salinas.

Durante la época de oro de la radio escribía libretos para los programas de los comediantes Diplo y José Luis Torregrosa. En una ocasión participó en uno de ellos como invitada especial. Además de libretos escribía relatos testimoniales y poemas.  Se destacó como líder cívica, cultural y deportista. Apadrinó y organizó equipos de béisbol, actividades culturales, rosarios de cruz, clubes de jóvenes y grupos eclesiales, culturales y arqueológicos.

A pesar de las dificultades económicas que enfrentó con valentía, logró encaminar a sus hijos, todos salinenses, convertidos en profesionales dedicados al derecho y a la educación. En 1999 se publicó su libro Tejido Solariego, memorias donde se recogen vivencias personales e historia cotidianas de su pueblo natal.  Falleció el 27 de mayo de 2008.