En el Conuco se escuchó un grito, uno de de esos que al rayar el sol anuncian la trama de la vida. Era parecido al de los pelicanos, que se arriman a las playas a pescar para sobrevivir. El negro Romualdo quien halaba soga, gritaba con fuerza.
— ¡Halen soga! ¡Halen soga! ¡Halen soga! Que el chinchorro se encalló.
Por la mañanita tiraban las redes de su esperanza, cuyo tejido hacia buche en la boca del arenal, para sostener a sus hijos con el pan de cada día; el regalo más preciado del mar. Hubo políticos que les hablaron de libertad, pero juraban que eran más libres que los vientos del mar Caribe. Su independencia descansaba en sus manos que estaban habituadas en las redes de su chinchorro. Lo único que los podría atrapar en el sistema de la dependencia seria perder su propia malla hecha de cordoncillo. Las que tejió Romualdo como una araña durante su juventud, atrapándolo en los encanto de la pesca.
—Ruma, regálame las muñamitas. Pidió un niño escuálido con la piel curtida por el sol de Salinas.
—Llévatelas todas y toma también. Tirándole una picúa de aproximadamente pie y medio.
—Gracias, que dios te lo pague.
—Y tú también. Mañana me ayudarás a sacarles las algas al chinchorro. Exigió el pescador.
—Está bien.
Rolo se marchó y su madre lo esperaba subiéndose la mitad de la falda para cargar sus peces, en su canasta improvisada.
Un día, a eso de las cuatro de la mañana Romualdo salió en su yolita a tirar las redes como de costumbre. De pronto una gran ola resbalosa lo arrojó de su embarcación quedando atrapado en sus propias redes. La gente se preguntaba: ¿Cómo pudo ser posible que el negro pereciera siendo tremendo nadador? La mar estaba tranquila. Lo inusual aquel día fue el paso apresurado de una barcaza que transportaba petróleo desde Peñuelas hasta Aguirre, llamada “La Tintorera”. Desde aquel día el mar del Arenal se marchitó y los chinchorros se secaron, perdiendo los pescadores su libertad por culpa de aquel monstruo de aceite.
Vocabulario
Picúa-Pez barracuda Muñamitas-Peces pequeños para freír de color plateado. Gallaretas -especie de pájaro que abunda en las costas del sur de Puerto Rico. Chinchorro de buche-Red de pesca con un redondel en el medio donde quedan atrapados los peces. ©Edwin Ferrer 05/31/2009
Edwin querido, tu relato me sumergió en este laberinto de homicidios culposos por el que atravesamos cada día. Yo estaba en España cuando la marea de petróleo del “Prestige” ahogó la fuente de trabajo de miles de pescadores gallegos. Fue un descontrol de olas negras aceitosas que rompieron contra las arenas. Tú describes aquí la misma historia, denuncias el hambre con tus imágenes literarias y denuncias al hombre desprovisto de valores que arrasa con su mercancía el magro provenir de nuestras costas. La vida no vale nada frente al dinero, la reflexión de los propios actos son mera esquizofrenia de algunos pocos. Tu relato es verídico, apunta al pensamiento y literariamente está muy bien logrado.
Gracias, me quedo pensando en esos niños y no quiero tapar el sol con la mano…
Cariños.
Gloria