Si no ves algo de ti en cada hombre aún no eres hombre.
Yo me miro en espejo de cristal
que solo refleja mi yo egocéntrico,
me miro en el espejo de carne
del rostro de mi gente
y encuentro en ellos la paz que a veces
embriaga mi espíritu inquieto
o del infierno que a ratos me consume,
el amor que siento por todo lo que vive
o del odio (aunque lo combato)
hacia los que hieren mis hermanos
de todos los pueblos.
Me veo en el rostro inocente
del niño que quiere ser
o del viejo bueno que cree
ser padre de todos los hombres.
Y seguiré riendo y llorando
mirándome en el rostro de mi prójimo
por que ellos son yo y yo soy ellos,
hasta que un día (si lo merezco)
veré mi rostro reflejado
en el rostro infinito
del creador del universo.
© Jovino González, septiembre 2008
Ilustración: Creación, detalle de la pintura al fresco realizada por Miguel Angel Buonarroti en la Capilla Sixtina.
Me gustó saber como fue creado Adan.
Jovino nos dió por fin la oportunidad de incluir en Encuentro… al Sur una pieza de su obra inédita. Creo que el comentario de nuestra querida maestra Gayoso le servirá de estímulo para seguir publicando. Debe saber que se trata de un comentario procedente de una persona autorizada en el arte de escribir y que posee una enorme sensibilidad para apreciar lo que tienen de valor los textos que explora.
Aplaudo este poema desde el fondo de mi alma. Somos uno y todos al mismo tiempo, somos materia estelar condensada en millones de rostros y somos un Luzbel y un Gabriel. Somos el misterio pero lo bueno, como un día me dijo un alumno adolescente, es que detrás del telón negro se encuentra la respuesta…
Felicitaciones al autor, la poesía debe movilizar desde una emoción subjetiva hacia la colectiva.
Cariños siempre.
Gloria