Diluvio de soles
De tanto andar pidiendo bendiciones,
de tanto clamar en el espacio
y llamar a los dioses por sus nombres
y suplicar presencias en lo ausente…
de tanto escudriñar estrellas sonámbulas
e inventar ofertorios extraordinarios
para salvarnos del infierno temido…
un buen día la lluvia brotó de los suelos
ardiente como llama de Febo
y en un baño inesperado de gualdos
se nos perdonó todo pecado.
© Gloria Gayoso
Foto de Eva Lewitus
Gracias, gente querida, siempre están en mi corazón!!! Cariños y gracias por dedicarme un poco de su tiempo a mis letras.
Roberto, también podrías salvarte ascendiendo, y los chorros de gualdos pueden servir para remontar vuelo. Este poema maravilloso de Gloria, inspirado en la foto tan bien maravillosa de Eva, intranquiliza el pensamiento que intenta explicarse la fatalidad humana atada a la incertidumbre de salvación.
Saludos Gloria. Bueno el poema y la foto. Al concluir la lectura de este poema, te digo sin ambages que lo primero que pensé fue que prefiero una salvación más convencional y tal vez pasada de moda. Concluí que tengo que hacer el bien y orar mucho para que los ángeles del cielo desciendan a salvarme.
Diluvio de Gloria