Opinión

por José  Pepo Santiago

El país no puede seguir aceptando los engaños a los que nos someten los políticos. Mientras mayor es la propuesta para resolver los problemas de Puerto Rico, mayor es el engaño. Los candidatos políticos compiten por cuál de las mentiras que dicen tiene mayor poder de convencimiento en el pueblo. Los que se turnan para gobernar al país, que son quienes han creado el desastre que vivimos en la actualidad, no sufren de la crisis que afecta al país. Sus beneficios, muchos de ellos extravagantes, continúan inalterados.

El grupo elite que forma parte del equipo de trabajo de esos candidatos, no son personas sacrificadas con el mejor deseo de servirle bien a Puerto Rico. Son entes con intereses económicos dentro del gobierno. Obtienen y mantienen ostentosos contratos que no corresponde con la labor realizada, dicho de otra manera, mucho dinero para poca producción.

Las propuestas de los políticos, aunque ilusorias y engañosas, encuentran eco en la gente. Por ejemplo, yo propongo eliminar los problemas de transportación; mantenimiento de carreteras, pago de peaje y acortar significativamente la distancia entre los puntos de partida y el de llegada moviéndonos todo el tiempo en línea recta. A la vez que minimizamos los accidentes. También propongo disminuir en grande la desigualdad existente en viviendas y oportunidades de empleo. El libre acceso de toda la población a la costa marítimo-terrestre que bordea la isla de Puerto Rico. Estas propuestas son tan irreales como la de los políticos, pero si fueran propuestas de ellos muchos las creerían. Eso nos hace diferente a los políticos, darles credibilidad a las mentiras es un arte que solo ellos dominan a la perfección.

Los líderes del PPD como los del PNP no se diferencian en su sumisión y enñangotamiento ante el imperio norteamericano. Los PNP acusan a los PPD de ser un partido sin ideal que quiere vivir de las migajas que nos ofrece Washington. Desde principios del siglo pasado, bajo el liderato de Barbosa hasta la actualidad, los que promueven el ideal de estadidad han estado mendingando la anexión, tan indigno como la sumisión y el enñangotamiento PPD. Los partidarios de la anexión nunca aceptaran la realidad de que los Estados Unidos no nos quieren como estado de la unión.

El pueblo debe convencerse de que quienes menos opciones tienen para solucionar la crisis creada por los políticos son los dirigentes penepés. Estos suscriben como solución la anexión, lo cual saben nunca va a ocurrir y la prueba la vemos a diario. Son ellos los que menos creen en la capacidad del puertorriqueño para resolver sus asuntos.  La prédica de la anexión en realidad va encaminada a administrar de la forma que más les convenga, los dineros de la colonia.

Ambos partidos de mayoría han institucionalizado la corrupción como parte de la gobernanza del país y la ciudadanía lo acepta sin mayor reparo. Basta ya del fanatismo irracional a favor de los políticos de oficio que nos tienen en el fondo del precipicio. Seamos más diligentes y honestos con las futuras generaciones. No hay arma más poderosa que la del voto, empecemos saneando el gobierno de los corruptos y de los grandes intereses económicos que los subvencionan. Votemos por candidatos que no representan a los partidos políticos tradicionales. Es momento de exigirles a los candidatos como principal propuesta, la creación de una ley que encarcele por un tiempo mínimo de treinta años sin derecho a probatoria a todos los hallados culpables de corrupción, incluyendo a los empresarios que hacen negocios con el gobierno. Que restituyan al erario público tres veces la cantidad robada.  Pregúntense pueblo porque esa propuesta no está en los ofrecimientos de ninguno de estos honorables políticos.

Por último y no menos importante, la prensa, ese cuarto poder, sean más incisivos y no den foro a políticos sin escrúpulos para que le mientan descaradamente al pueblo. Investiguen las finanzas de los políticos que se hacen llamar sacrificados servidores públicos. Donde están y con cuanto lujo y comodidad viven los pocos convictos de corrupción. Infórmenselo al país.

José Santiago Rivera

Sebastiopolo

Imagen tomada de Santiago Bilinkis