Doña Francisca Santell López nació un 17 de septiembre de 1903, el mismo año que nace la Universidad de Puerto Rico, convirtiéndose ella en un faro de enseñanza para todos los que le han rodeado. De poca instrucción escolar, pero de mucha experiencia, ha sabido luchar para convertirse en una persona de valor y apreciada en el pueblo de Salinas.
Luego de quedar viuda con dos hijos menores, une su vida a Don Lope Torres, agricultor, quien también era viudo con seis hijos menores y forman una familia de diez miembros para empezar su largo camino a través de la vida. Doña Pancha, como la llamamos todos los que la queremos, aumentó la familia, al tener 12 hijos en su matrimonio con Don Lope, más otro hijo de él, que también crió. La familia se convirtió entonces en un pequeño batallón de 23 personas bajo un mismo techo.
Con el sustento que producía una pequeña finca en el sector La Zanja, hoy Campamento Santiago, esta familia creció y sus hijos se educaron en el sistema escolar público del país. Hoy día esta ejemplar familia, cuando se añaden los nietos, biznietos, tataranietos y choznos, la familia tiene sobre doscientos miembros. Por supuesto que sí, fue galardonada con el título de Madre Ejemplar de Salinas hace unos cuantos años atrás.
Es sorprendente en Doña Pancha la claridad de pensamiento y las actividades del diario vivir. Aún lee el periódico, da órdenes de qué hacer y no hacer en su hogar, y contesta el teléfono. Su salud, para 106 años es muy buena, a pesar de que se le amputó una de sus piernas.
El cumpleaños de Pancha es el evento más importante que celebra esta numerosa familia puertorriqueña. Una tradición familiar que celebra con mucho amor esa matrona centenaria, que ya va camino a sus 107 años de vida.
©Roberto Quiñones
Con muchisimo amor y gran respeto le deseo a mi querida abuela (Guelita como siempre le hemos llamado sus nietos a través de los años) salud y alegría siempre y deseo expresar mi agradecimiento por el amor que nos ha dado a todos. También gracias por compartir su sabiduría con todos y por ser un ejemplo de lo que es vivir dignamente para merecer el respeto de los demás.
Felicidades “Guelita Pancha”!
Te quiero muchisimo!!! =)
Edgar
Sin duda un buen trabajo, amigo Roberto, y una mujer excepcional. A los cien años y con la mente activa, merece una gran fiesta de cumpleaños. Pensar que doña Pancha sobrevivió todo el Siglo XX es como para nombrar una calle en su nombre.
Dios la bendiga.
Josué
Los longevos centenarios nunca han desaparecido de la comarca del Abeyno. Siempre nos sorprenden historias como la de Doña Francisca Santell y surge la pregunta, ¿a qué se debe esa larga vida? Puede ser a la personalidad, la alimentación, el clima, o simplemente un factor genético que los acompaña. Sea lo que sea, la suerte es compañera de estos seres humanos que exhiben la belleza de una larga existencia. Agradecemos a Roberto Quiñones haber compartido esta historia con nuestros lectores. Bendiciones para doña Pancha.
Dios bendiga a doña Pancha y a don Lope. Son un estandarte para la familia. Nada es más bonito que tener una familia grande y decente. Le deseo, como mi tío Ramiro, muchos años más de vida y felicidad.
Gracias por la pequeña biografía de Doña Francisca Santell López.
Felicidades a todos sus descendientes que muchos son mis amigos de la Carmen. Me siento muy contentos por ellos . Doña Pancha le deseo felicidades y que siga cumpliendo muchos más.
Sinceramente,
Alexander Santiago
¡Qué maravilla!¡Cuántas vivencias para agradecer a Dios! Un abrazo a Doña Pancha y a todos sus descendientes.
La longevidad es un regalo, especialmente cuando se la respeta y se la ama como en este caso.
Abrazos desde Argentina!
Gloria