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Uno de las mas bellas experiencias que se lleva uno en la memoria de aquel bonito paisaje. Excelente, amigo.
No un maestro, amigo Edelmiro. Nada más un alumno, algo rezagado, del gran Vicente Gómez Martínez.
Lo que viene pasando es que nosotros nacemos con la Décima por dentro. Casi hablamos en octosílabos y la Décima ha sido el vehículo que con mayor frecuencia hemos usado para expresar nuestra angustia existencial, nuestra lucha diaria con la adversidad y nos valemos de ella para proyectar nuestras esperanzas de un futuro venturoso.
Jamás ha de morir la Décima, de la misma manera como la esperanza jamás ha de ser noticia de ayer.
Gracias Edelmiro y Gloria por sus comentarios y gracias Dante por esas palabras que motivan y retan.
No permitamos que muera la Décima.
Josué, no sabía que eras un maestro en la invención del español Espinel. Muy hermosas décimas.
Aplausos Josué, parece que estás inspirado en esta alegoría que siempre tiene presente a tu tierra.
No te conocía esta veta poética de gran kilate.
Un abrazo y lo disfrutamos.
Josue: Estas verdaderamente iluminado. Te felicito. Este poema esta al mismo nivel de aquellos reconocidos de Llorens, G. Benítez, Julia y muchos otros egregios escritores nuestros. No es posible en este momento desentrañar y expresar en extenso el profundo significado de la metáfora inmersa en tu inmarcesible obra. Sin embargo, aparte de eso, puedo asegurarte que ese poema es como una bandera muy tuya que asegura tu inmortal presencia en el cielo de la generosa, indomable y valiente Patria Puertorriqueña camino a su “irreversible destino”. Sigue.