Soy la mar dónde desembocas con furia y viertes tus placeres.
Tu eres río; corriente alegre que se lanza al romance de mis olas en un vals de perlas y espuma.
Conoces tu camino, donde te aguarda la sombra, los troncos, las piedras y hasta el pez que nadará desafiando la corriente.
Pero nunca navegarás tan profundo en mis entrañas. Seré siempre el misterio que te recibe pero no se entrega. La que guarda bien adentro su historia en un buque hundido en arenas impregnadas de recuerdos. La de la fortuna escondida entre arrecifes y corales. La que duerme en el crepúsculo y al encuentro se torna indomable.
© Marinín Torregrosa Sánchez
La mar y el río / Marinín Torregrosa Sánchez
Soy la mar dónde desembocas con furia y viertes tus placeres.
Tu eres río; corriente alegre que se lanza al romance de mis olas en un vals de perlas y espuma.
Conoces tu camino, donde te aguarda la sombra, los troncos, las piedras y hasta el pez que nadará desafiando la corriente.
Pero nunca navegarás tan profundo en mis entrañas. Seré siempre el misterio que te recibe pero no se entrega. La que guarda bien adentro su historia en un buque hundido en arenas impregnadas de recuerdos. La de la fortuna escondida entre arrecifes y corales. La que duerme en el crepúsculo y al encuentro se torna indomable.
© Marinín Torregrosa Sánchez
Bravo, Marinín!!!!!!!!!!!!! Lo has escrito en forma de prosa, pero es el mejor de los poemas.
Te aplaudo con el alma. En toda mujer hay un misterio que no cede al embate del hombre, algunos nos descubren y otros se lo pierden…
Dios te guíe.
Gloria