Estoy convencido de que la oración magnifica su poder cuando expresamos nuestra plegaria
en tono afirmativo y en tiempo presente. Una de mis oraciones favoritas es el Salmo 23. Pronto en mi vida me percaté que debilitaba su efectividad el que estuviera expresado en tiempo futuro por lo cual, a pesar de su hermosura poética, su efecto sobre la mente no se materializaba porque esencialmente era una esperanza.
Así que decidí elaborar mi propia versión. Le hice unos cambios finales pero la idea es la misma. Colocar toda la acción en presente, que es como se debe orar. No es lo mismo decir “Nada me falta” que “Nada me faltará”. Una es la realidad y la otra sólo esperanza. Creo que el efecto de afirmar lo presente condiciona el futuro, toda vez que los pensamientos son “cosas”. Somos lo que pensamos, y más aún, se hace realidad lo que pensamos. Puesto que innegablemente somo seres espirituales, lo que pensamos es una fuerza que actúa sobre el mundo material.
Esta es mi adaptación del Salmo 23
Salmo 23
El Señor es mi Pastor, nada me falta.
En verdes campos me hace descansar.
Por aguas tranquilas conduce y vivifica mi alma.
Me guía por el camino del bien,
haciendo honor a su nombre.
Aunque pase por un valle oscuro,
no temo ningún mal,
porque sé que estás conmigo
y al ver tu vara y tu bastón, no tengo miedo.
Me preparas la mesa frente a mis adversarios; perfumas mi cabeza con aceites y mantienes llena mi copa.
Ciertamente tu Paz y tu Amor me acompañan todos los días de mi vida
y hasta aquel en que pase a morar en tu casa por tiempo infinito.
Amigo Dante:
Lamento informarte por este medio que tu buen amigo Telesforo Figueroa ha fallecido ayer 25 de julio. Estara en la funeraria El Cemi a partir del jueves 28 de julio y se enterrara el viernes. Yo se que ustedes tuvieron grandes momentos juntos. Tanto musicales como uinstelectuales y profesionales.
Lamento esta perdida pero se que hoy esta en la presencia de Dios.
Julio Arturo Figueroa
Sergio Rodriguez Sosa:
Mi nombre es Julio Arturo Figueroa Torres y Tal vez muchas personas conocen al Lic. Telesforo Figueroa o como muchos de sus discipulos le conocen Mister Telesforo.
Maestro de corazon y Abogado de profesion y se que tu, Sergio, le conoces muy bien. Lamentablemente te notifico que murio ayer lunes 25 de julio. Mi padre sera expuesto en la funeraria el Cemi de Sta. Isabel a partir del jueves a las 9:00am y su sepelio sera el viernes, alli mismo en Sta. Isabel. Se que hay muchas personas que interesan saber de el y si pudieras enviar una nota, te estaria grandemente agradecido.
Gracias.
Dante querido: Este es uno de mis Salmos favoritos. Lo has refrescado en mi mente al cambiarle el tiempo verbal. Dios siempre está y es. Lo que significa que su Poder está con nosotros desde el ahora, no hace falta recurrir al futuro.
La fe es un don que no se compra en un shopping, se paladea a solas o en comunidad y nos eleva hasta los Cielos. Caminar junto a Él es un privilegio, un regalo que le da sentido a nuestra vida.
Gracias por dejarlo aquí como para gozar de sus mieles benditas.
Cariños
Leyendo tu inspirador texto, amigo Dante, recordé un pasaje casi olvidado en mi vida que tiene como protagonistas a mi padre y a un hombre humilde, podría decirse que hasta casto y puro, a quien todos en el pueblo conocíamos por Pablo Cola. ¿Lo recuerdas?
Resulta que, cuando mis padres militaban en la Iglesia Evangélica Unida, donde está hoy la avenida Dr. Santos P. Amadeo, después de mi padre predicar, que dicho sea de paso, con un primer grado a medias, tenía una facilidad de palabra que ya desearían tener los televangelistas de ahora, le pidió al hermano Pablo, como lo llamó siempre, que hiciera la oración de clausura.
En eso veo a Pablo, hombre corpulento y enorme, como el Peñón de Gibraltar, levantarse del palco de primera fila y decir su oración:
“Gracias Dios mío por ser bueno”
Seguido se escuchó un “Amén” que dio por terminado el culto.
Años transcurrieron y muchas fueron las veces que escuché, invariablemente, la misma oración de labios de Pablo Cola:
“Gracias Dios mío por ser bueno”.
En una ocasión le dice al viejo:
“¿Por qué insistes en darle participación a Pablo si su oración es la misma una y otra vez?”, más o menos eso le pregunté y él me contestó, textualmente, lo que sigue:
“Esa oración del Hermano Pablo, llega más rápido y directo a los oídos del Señor que las que todos los demás decimos”
Pienso que tenía razón mi padre al inferir que su hermano Pablo tenía una línea de comunicación abierta con su creador basado en el reconocimiento de que para llegar a sus oídos basta con agradecer que, sobre todas las cosas, El es bueno.
Como siempre Dante, profundo e inspirador tu texto.
My bonito Dante, tratare de aplicarlo a ver si un día nos reunimos todos para que agarres la guitarra y nos los cantes a todos. Eres tremendo músico y no te olvides de grabar esas lindas canciones para que no queden en el olvido.