Bueno amigos, las luces han comenzado a parpadear, las ráfagas son más seguiditas y el viento arrecia, mientras el sonido de la lluvia acompañado por los zumbidos del viento anuncian una noche larga. Será sin duda larga, así que me voy a acostar a ver si la acorto.
Irene

Amigos y amigas: Fue una noche larga, larga; empalagosamente larga…
Estación de radio por estación; Televisora por televisora… se escuchaba y veía el predicamento con tenebroso tono de la peligrosidad del fenómeno que avanzaba.
Sembrar la alarma como mecanismo para lograr las respuestas del público que se desean es algo peligroso cuando su base es especulativa…
Las expresiones “me imagino”; quizás; aparentemente; puede ser; es de esperar; tal vez; no es de dudar; no se arriesgue; lo que podría suceder; y otras tantas más de igual tono especulativo en nada ayudan a educar a la comunidad. Este fue el caso con la tormenta Irene.
Un ejercicio de relaciones públicas sin brindar data concreta sobre el alcance del fenómeno. Ni en una sola ocasión se mencionó el tamaño del ojo, la extensión de los vientos alrededor del ojo; la fuerza especifica de los vientos en cada área, la extensión de los vientos en relación al norte y sur del fenómeno y otros datos que anteriormente se ofrecían y que ayudaba a la ciudadanía a tomar sus decisiones cautelares.
El aldabonazo lo dio el Jefe del Weather Bureau en la arreglada conferencia del Gobernador Fortuño, pautada para las 7:00 PM y celebrada casi a la 8:00. Este señor declaró de forma olímpica que las imágenes del fenómeno que se habían proyectado eran “FALSAS” porque los instrumentos no tenían posibilidad de retratar ya que no se qué carajo lo impedía transmitir… Siguió explicando que el fenómeno se convirtió en huracán antes de llegar a Arecibo y que eso pasaba porque la geografía de Puerto Rico no es lo suficientemente alta para disminuir la fuerza de la tormenta y bla, bla, bla…
Como resultado del paso de la tormenta el Gobernador Fortuño alegó que 800,000 abonados de la AEE quedaron sin servicio…
Si llega a ser un huracán de verdad entonces hubiéramos quedado en tinieblas por 3 o 4 meses…
Todo esto me lleva a recordar el cuento de “Ahí viene el Lobo” ; lo anunciaron falsamente, la gente se preparó y no llegó; cuando lo anunciaron nuevamente la gente no lo creyó pero resulto ser cierto y entonces a lamentarse…
Requiescat in Pace: IRENE.