16 de agosto de 2011 18:46

¡Mas hay que volver a recoger
los huesos con sustancia,
reconstruir los calabacines interiores,
el vaso de honra,
el klipot del huevo santo y reciclar
las guayabas pudridas y comer
del jobo la pulpa que no hiere la boca
con esas maldiciones
que has venido echando, Pájaro en pie.

Donde los múcaros
dejaron mierda de su murcielaguina,
ni pises ni comas; escucha lo que me avisa
para Caguana, la cepa de barqueros diluvianos.

Rescata el nombre de la esperanza.
Admite «el impacto total de las fuerzas de la Creación».
Si a menudo tu vida ha parecido sin sentido
y el mundo despropósito, violento y vano,
contigo no están los gemelos,
juguetones y dulces espíritus del agua
Boinayel y Márohu.

Invoca la esperanza para que la corriente
del fluido, todo fluido, tenga orden,
en ríos que bajan de la lluvia,
en manantiales que largamente
dimanan sobre piedras y lajas,
fluido de ocultos manantiales del subsuelo,
aguas de cuevas
en que se guaridan el sol y la luna
cuando quieren hablar a las almas
en torno a la noción y sus rumbos
y sus primeros techos / viviendas
de la vida.

Entonces, Pájaro en pie,
regresa al orden y haz que emerja
la estructura.

* Poema basado en mitología taìna