Gremal Maldonado combatirá en las próximas semanas contra el nivel económico superior que obviamente poseen los otros candidatos del concurso de canto Ídolos de Puerto Rico.

Una parte del negocio de estos concursos es la venta de votos.  Ganar esta competencia depende de la cantidad de votos que se compren a favor de los concursantes. El papel del jurado es imprimirle un tono de controversia al espectáculo y emitir juicios, no siempre acertados, con la idea de estimular la mayor participación de votantes.

Como ese es el criterio de selección más poderoso, por  no pensar que sea el único, quién más dinero tenga más votos podrá comprar.

Pero cabe la posibilidad de que ocurra un milagro y miles de televidente se vuelquen a votar por el concursante que cuenta con menos recursos económicos.  Si los televidente se animan a comprar votos seguramente haran la diferencia y triunfará quien logre el respaldo popular.

Gremal Maldonado llegó al concurso cargando solo su potente voz y unas ganas inmensas de superación. Esta hija de una humilde barriada puertorriqueña rodeada de circunstancias que poco importan a las elites económicas de este País, merece triunfar para que ese potencial artístico natural se eduque y remonte musicalmente.

Votar por ella debe recordarnos que desperdiciar los talentos de nuestra gente empobrece la calidad de vida y troncha las aspiraciones de muchos jóvenes. La Patria somos nosotros, la Gente, y en la medida que potenciar los talentos de la gente sea lo primero, más rica y potente será la Patria.

SRS