por Sergio A. Rodríguez Sosa
A lo largo del tiempo más y más puertorriqueños se han incorporado a las profesiones de las ciencias naturales. Estos se han desempeñado aquí y fuera del país en profesiones como médicos, farmacéuticos, biólogos, microbiólogos, matemáticos, físicos, químicos, entre otras. Algunos de estos profesionales se han destacado como expertos y líderes en su campo.
Uno de esos profesionales fue Federico Legrand Rodriguez, al que incluimos en estas pinceladas biográficas diseñadas para divulgar las aportaciones de los puertorriqueños al quehacer profesional y cultural de la sociedad.
Durante el siglo 19 decenas de ciudadanos franceses o sus descendientes nacidos en América emigraron a Puerto Rico atraídos por las oportunidades de riqueza que ofrecía la Isla. Una buena parte de esos ciudadanos franceses procedía de Córcega y otros de los territorios americanos usurpados por Francia. Algunos de ellos poseían capital, destrezas y relaciones comerciales que les ganaron una posición privilegiada entre la clase propietaria criolla y española. Ya a mediados del siglo 19 sobresalían en actividades económicas y alcanzaban influencia política por medios de alianzas comercial y nexos matrimoniales con las familias del país. Su presencia en pueblos como Salinas llegó a ser comercialmente notable al punto que el gobierno francés nombraba un agente consular en dicho pueblo.
Entre los franceses que arribaron a la isla favorecidos por la Cédula de Gracias estuvo Juan Bautista Legrand quien se estableció en Salinas en 1816 con un capital de 500 pesos[1]. Posteriormente procrea con María Luisa Filier[2] un varón llamado Adolfo Legrand Filier, que nace en Filadelfia.[3]
Juan Federico Legrand Rodríguez, hijo de Adolfo Legrand-Fillien y Catalina Rodríguez Colón, natural de Juana Díaz, Puerto Rico[4] nació en Salinas el 20 de octubre de 1858[5], donde estaban residiendo sus progenitores. Unos años después sus padres aparecen residiendo como propietarios en el barrio Río Abajo de Utuado con sus otros dos hijos Antonia y Guillermo.
Juan Federico se casa en San Juan en 1891[6] con Elvira García Ero a la que presumimos conoció cuando estudiaba su licenciatura en la Real Subdelegación de Farmacia de la ciudad capital de Puerto Rico. Los recién casados luego se trasladan a Utuado donde el esposo ejercía de farmacéutico y donde en 1894 nació su hijo Adolfo Federico Legrand García. Según el censo de 1910 Federico Legrand Rodríguez residía en Utuado y era dueño de una farmacia. Su padre había fallecido en 1903[7] y su madre Catalina residía en la casa de los Legrand-Garcia.
En 1904 Federico Legrand se convierte en profesor de la recién fundada Universidad de Puerto Rico. Como profesor imparte a los normalistas clases de biología, botánica e historia natural.[8] Durante el año fiscal de 1904-1905 figura como contratado por el gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico[9].
En 1913 al médico Luis Salivia, recién graduado de la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Ohio, se le encargó establecer un programa de farmacia en la Universidad de Puerto Rico. El 22 de septiembre de 1913 el doctor Salivia y los profesores Juan Federico Legrand, Cornelio Duffy y Luis Hernández se constituyeron en la facultad pionera del Departamento de Farmacia de la UPR. El primer profesor en ejercer la cátedra en el nuevo departamento fue Juan Federico Legrand[10].
En esa década surgieron las primeras manufactureras de medicamentos de Puerto Rico. Una de ellas fue el Laboratorio Legrand fundado por Juan Federico Legrand. Su activismo profesional y sus investigaciones en el campo de la farmacia le merecieron ganar once medallas en exposiciones locales e internacionales por colecciones botánicas y preparaciones farmacéuticas. Entre sus publicaciones hay artículos en la Revista Farmacéutica y una importante obra titulada Estudio de la flora puertorriqueña en relación con la materia médica.[11]
El primer profesor de la Escuela de Farmacia de la Universidad de Puerto Rico, Juan Federico Legrand Rodríguez falleció en Santurce, Puerto Rico el 6 de junio de 1928 a la edad de 70 años[12]. Su memoria y aportaciones a la farmacia puertorriqueña y al campo de las ciencias de la salud en Puerto Rico se hallan consignado a través de su colección de objetos farmacéuticos y memorables albergados en el Museo de Farmacia de la de la Universidad de Puerto Rico, así como, en la colección de sus escritos que posee el Centro de Documentación Histórica del Recinto de Río Piedras.
© Sergio A. Rodríguez Sosa
[1] Cifre de Loubriel, Estela. “Catálogo de extranjeros residentes en Puerto Rico en el siglo XIX”. Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 1962. p. 61
[2] El apellido aparece escrito en los documentos consultados con las variantes Filier, Fillien, Telier, Tillier, Tilier usaremos en cada caso la variante que aparece en el documento referido.
[3] Ancestry.com. Puerto Rico Civil Registration, 1805-2001. Utuado, Defunciones, 1901-1903, núm 241, p 42, imagen 608. Juzgado Municipal de Utuado. Libro de defunciones 1901-1903, Acta de defunción de Adolfo Legrand Telier, folio 42.
[4] En el acta de defunción de Adolfo Legrand Fillien el segundo apellido cambia a Telier y se indica que su esposa Catalina Rodríguez Colón es natural de Aibonito.
[5] Archivo de la Parroquia de la Monserrate de Salinas, Puerto Rico. Libro de bautismo 1-A, 1854-1867, pág. 158, partida 349.
[6] Ancestry.com – 1910 United States Federal Census – Name: The Generations Network, Inc.; – http://www.ancestry.com – – United States of America, Bureau of the Census, Thirteenth Census of the United States, 1910, Washington, D.C.: National Archives and Records Administration, 1910 – Database online. Year: 1910; Census Place: Utuado, Puerto Rico; Roll: T624_1781; Page: 3B; Enumeration District: 220; Image: 9. – Record for Federico J Legránd y Rodríguez.
[7] Vid. nota 3
[8] “Historia de la Farmacia en Puerto Rico: parte 2,” Video de YouTube, 14:46, Publicado por “BorikenTv”, 18 de marzo de 2013, https://www.youtube.com/watch?v=uaUZWmzp_yw
[9] Ancestry.com. U.S., Register of Civil, Military and Naval Services 1863-1959, 1905, vol. 2, p 1883, imagen 1897.
[10] Maldonado Dávila, Wanda T. “University of Puerto Rico – School of Pharmacy: One Hundred Years of History and Service.” Puerto Rico Health Sciences Journal, v. 32, n 3; dec. 2013. pags, 206-208.
[11] “Historia de la Farmacia en Puerto Rico: parte 2,” Video de YouTube, 14:46, Publicado por “BorikenTv”, 18 de marzo de 2013, https://www.youtube.com/watch?v=uaUZWmzp_yw
[12] Vid. nota 3
Me encanto – Gracias! La contribucion de los profesionales BORICUAS en la medicina, farmacia y otras profesiones aliadas a la salud ha sido maravillosa y nos ha puesto en alto en todo el mundo. Como dicen por ahi, “se los echo a cualquiera.” Por cierto y siguiendo la conversacion sobre farmacia – se acuerdan de la posion (pocion???) vitaminica de color amarillo, que adquiriamos en las farmacias del pueblo? Mami las pedia a cada rato – dizque – porque estabamos flaquitos y ese liquido, “nos abria el apetito.” Pregunto – todavia hacen ese liquido? Interesante! Saludos a los farmaceuticos y farmaceuticas de mi pueblo!
Excelente escrito. Rescata de manera refrescante la memoria histórica de un baluarte de las ciencias. Se me figura como precursor de la ahora prepotente industria farmacéutica tan olvidada por el gobierno de la Isla. Ello porque contamos con el personal boricua puertorriqueño debidamente capacitado y la mano de obra experta que se necesita para desarrollar una industria boricua con repercuciones mundiales.