La indolencia intelectual lleva a los pueblos a caer en situaciones de consecuencias claramente anticipables y lamentablemente, sólo el Pueblo a través de un activismo de proporciones descomunales obligará a los usufructuadores sin conciencia de las mayores riquezas y a los detentadores del poder público, a rectificar o sufrir el embate de la ira, muchas veces producto de esa misma indolencia, ello con resultados impredecibles.
La indolencia intelectual lleva a los pueblos a caer en situaciones de consecuencias claramente anticipables y lamentablemente, sólo el Pueblo a través de un activismo de proporciones descomunales obligará a los usufructuadores sin conciencia de las mayores riquezas y a los detentadores del poder público, a rectificar o sufrir el embate de la ira, muchas veces producto de esa misma indolencia, ello con resultados impredecibles.
La cocolía y el palancú.
Qué dos pejes.