Share this:
- Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook
- Click to share on LinkedIn (Opens in new window) LinkedIn
- Click to share on Tumblr (Opens in new window) Tumblr
- Click to print (Opens in new window) Print
- Click to email a link to a friend (Opens in new window) Email
- Click to share on WhatsApp (Opens in new window) WhatsApp
- Click to share on Pinterest (Opens in new window) Pinterest
- Click to share on Telegram (Opens in new window) Telegram
- Click to share on Pocket (Opens in new window) Pocket
- More
La grandeza de un pueblo no la determina su extensión territorial, sino la nobleza de los hombres y mujeres que lo habitan.
En ese sentido el nuestro es un pueblo grandioso porque ha dado una cantera inagotable de hombres y mujeres nobles, como es el caso de Octavio Ranos (Tavín) Pumarejo.
Es responsabilidad de los artistas honrar la memoria de aquellos que nos sirvieron de inspiración.
Una vez le pregunté a un amigo escritor ya fallecido, cuando ambos éramos aprendices de lo que él dominó y yo aún busco dominar, “Cómo te gustaría ser recordado?” A lo que él me contestó: “Como una inspiración”.
Hombres como mi amigo y Tavín, son precisamente eso: Una inspiración.
Tú también lo eres, Edelmiro.
GRACIAS.
Tavín Pumarejo, El Hígado de Ganso, es un trovador que ha calado hondo en el sentir de su pueblo. Sus trovas jocosa dicen mucho de nuestra idiosincrasia.
Es el primer elogio poético que leo de él. Bien merecido lo tiene. Bravo Josué.